viernes, 27 de abril de 2012

LITERATURA FOLCLÓRICA


Canción: Estaba una pastora (pertenece al género poesía folclórica)
Estaba una pastora
larán, larán, larito,
estaba una pastora
cuidando un rebañito,
cuidando un rebañito.
Con leche de sus cabras,
larán, larán, larito,
con leche de sus cabras
haciendo los quesitos,
haciendo los quesitos.
El gato la miraba,
larán, larán, larito,
el gato la miraba
con ojos golositos,
con ojos golositos.
"Si le hincas la uña,
larán, larán, larito,
si le hincas la uña,
te cortaré el rabito,
te cortaré el rabito".
La uña se la hincó,
larán, larán, larito,
la uña se la hincó
y le cortó el rabito,
y le cortó el rabito.
A confesar la falta
larán, larán, larito,
a confesar la falta,
se fue al padre Benito,
se fue al padre Benito.
"A vos padre me acuso,
larán, larán, larito,
a vos padre me acuso,
que le corté el rabito,
que le corté el rabito".
"De penitencia pongo,
larán, larán, larito,
de penitencia pongo,
que le des un besito,
que le des un besito".
El beso se lo dio,
larán, larán, larito,
el beso se lo dio,
y le creció el rabito,
y le creció el rabito.

Canción: Vaca lechera (poesía folclórica)
Tengo una vaca lechera,
no es una vaca cualquiera,
me da leche merengada,
ay! que vaca tan salada,
tolón , tolón, tolón , tolón.
Un cencerro le he comprado
Y a mi vaca le ha gustado
Se pasea por el prado
Mata moscas con el rabo
Tolón, tolón
Tolón, tolón
Qué felices viviremos
Cuando vuelvas a mi lado
Con sus quesos, con tus besos
Los tres juntos ¡qué ilusión!

Canción: Al pasar la barca
Al pasar la barca
me dijo el barquero
las niñas bonitas
no pagan dinero.
Yo no soy bonita
ni lo quiero ser
tome usted los cuartos
y a pasarlo bien.
Al volver la barca
me volvió a decir
las niñas bonitas 
no pagan aquí.
Yo no soy bonita 
ni lo quiero ser
las niñas bonitas
se echan a perder
Como soy tan fea
yo le pagare
Arriba la barca
de Santa Isabel.

Canción: El patio de mi casa
El patio de mi casa
es muy  particular,
cuando llueve se moja,
igual que los demás.
 Agáchate y vuélvete agachar,
que las agachaditas no saben bailar.
 Agáchate y vuélvete agachar,
que las agachaditas no saben bailar.
 Hache, i, jota, ka, ele, elle, eme, a,
que si tú no me quieres
otra niña me querrá.
 Hache, i, jota, ka, ele, elle, eme, a,
que si tú no me quiere
otra niña me querrá.

Nana de cuna: poesía folclórica
Cinco lobitos tiene la loba
blancos y negros detrás de la escoba.
Cinco crió, cinco cuidó*
y a todos los cinco
tetita les dio.

Trabalenguas: poesía folclórica
El perro de San Roque no tiene rabo
porque Ramón Ramírez se lo ha cortado.
El perro de Ramón Ramírez no tiene rabo
porque se lo han robado.
¿Quién le ha robado el rabo al perro
de San Roque?
¿Ramón Ramírez ha robado el rabo
del perro de San Roque?
Prosa folclórica.

Juan Sin Miedo (Hermano Grimm)
Érase una vez un matrimonio de leñadores que tenía dos hijos. Pedro, el mayor, era un chico muy miedoso. Cualquier ruido le sobresaltaba y las noches eran para él terroríficas. Juan, el pequeño, era todo lo contrario. No tenía miedo de nada. Por esa razón, la gente lo llamaba Juan sin miedo. Un día, Juan decidió salir de su casa en busca de aventuras. De nada sirvió que sus padres intentaron convencerlo de que no lo hiciera. El quería conocer el miedo. Saber que se sentía.
Estuvo andando sin parar varios días sin que nada especial le sucediese. Llegó un bosque y decidió cruzarlo. Bastante aburrido, se sentó a descansar un rato. De repente, una bruja de terrible aspecto, rodeada de humo maloliente y haciendo grandes aspavientos, apareció junto a él.
¿Que ahí abuela? -saludo Juan con toda tranquilidad.
¡Desvergonzado! ¡Soy una bruja!
Pero Juan nos impresionó. La bruja intentó todo lo que sabía para asustar a aquel muchacho. Nada dio resultado. Así que se dio media vuelta y se fue de allí cabizbaja, pensando que era su primer fracaso como bruja.
Tras su descanso, Juan echó a andar de nuevo. En un claro del bosque encontró una casa. Llamo a la puerta y le abrió un espantoso ogro que, al ver al muchacho, comenzó a lanzar unas terribles carcajadas.
Juan no soportó que se riera de él. Se quitó el cinturón y empezó a darle unos terribles golpes hasta que el ogro le rogó que parase.
El muchacho pasó la noche en la casa del ogro. Por la mañana siguió su camino y llegó a una ciudad. En la plaza un pregonero leía un mensaje del rey.
Y a quien se atreva a pasar tres noches seguidas en este castillo, el rey le concederá a la mano de la princesa.
Juan sin miedo se dirigió al palacio real, donde fue recibido por el soberano.
Majestad, estoy dispuesto a ir a ese castillo dijo el muchacho.
Sin duda has de ser muy valiente contestó el monarca. Pero creo que deberías pensar lo mejor.
Está decidido respondió Juan con gran seguridad.
Juan llegó al castillo. Llevaba años deshabitado. Había polvo y telarañas por todas partes. Como tenía frío, encendió una hoguera. Con el calor se quedó dormido.
Al rato, unos ruidos de cadenas lo despertaron. Al abrir los ojos, el muchacho vio ante él un fantasma.
Juan, muy enfadado por qué lo hubieran despertado, cogió un palo ardiendo y se lo tiró al fantasma.
Este, con su sábana en llamas, huyó de allí y el muchacho siguió durmiendo tan tranquilo.
Por la mañana, siguió recorriendo el castillo. Encontró una habitación con una cama y decidió pasar allí su segunda noche. Al poco rato de haberse acostado, o yo lo que parecían maullidos de gatos. Y ante él aparecieron tres grandes tigres que lo miraban con ojos amenazadores.
Juan cogió la barra de hierro y empezó a repartir golpes. Con cada golpe, los tigres se iban haciendo más pequeños. Tanto redujeron su tamaño que, al final, quedaron convertidos en unos juguetones que a gatitos a los que Juan estuvo acariciando.
Llegó la tercera noche y Juan se echó a dormir. Al cabo de unos minutos escuchó unos impresionantes rugidos. Un enorme león estaba a punto de atacarlo. El muchacho cogió la barra de hierro y empezó a golpear al pobre animal, quien empezó a decir con voz suplicante: ¡Basta! ¡basta! ¡no me es más! ¡eres un bruto! ¿no te das cuenta de que me vas a matar?
A la mañana siguiente, Juan sin miedo apareció el palacio real. El rey, que no daba crédito a sus ojos, le concedió la mano de su hija y, a los pocos días se celebraron las bodas.
Juan estaba encantado con su esposa y se sentía muy feliz.
La princesa también lo estaba. Pero decidió que haría conocer el miedo a su marido.
Una noche, mientras Juan dormía, ella cogió una jarra de agua fría y se la derramó encima.
El pobre Juan creyó morir del susto. Temblaba de terror. Sus pelos estaban rizados y ¡conoció el miedo, por fin!
Juan una vez recuperado, agradeció su esposa haberle hecho sentir miedo, algo que todo el mundo conoce.


Los Siete Cabritillos
En una bonita casa del bosque vivía mamá cabra con sus siete cabritillos. Una mañana mamá cabra le dijo a sus hijos que tenía que ir a la ciudad a comprar y de forma insistente les dijo: "Queridos hijitos, ya sabéis que no tenéis que abrirle la puerta a nadie. Vosotros jugad y no le abráis a nadie". "¡Sí mamá. No le abriremos a nadie la puerta." La mamá de los cabritillos temía que el lobo la viera salir y fuera a casa a comerse a sus hijitos. Ella, preocupada, al salir por la puerta volvió a decir: "Hijitos, cerrar la puerta con llave y no le abráis la puerta a nadie, puede venir el lobo." El mayor de los cabritillos cerró la puerta con llave.
Al ratito llaman a la puerta. "¿Quién es?", dijo un cabritillo. "Soy yo, vuestra mamá", dijo el lobo, que intentaba imitar la voz de la mamá cabra. "No, no, tú no eres nuestra mamá, nuestra mamá tiene la voz fina y tú la tienes ronca." El lobo se marchó y fue en busca del huevero y le dijo: "Dame cinco huevos para que mi voz se aclare." El lobo tras comerse los huevos tuvo una voz más clara. De nuevo llaman a la puerta de las casa de los cabritillos. "¿Quién es?". "Soy yo, vuestra mamá." "Asoma la patita por debajo de la puerta." Entonces el lobo metió su oscura y peluda pata por debajo de la puerta y los cabritillos dijeron: "¡No, no! tú no eres nuestra mamá, nuestra mamá tiene la pata blanquita." El lobo enfadado pensó: "Qué listos son estos cabritillos, pero se van a enterar, voy a ir al molino a pedirle al molinero harina para poner mi para muy blanquita." Así lo hizo el lobo y de nuevo fue a casa de los cabritillos. "¿Quién es?", dice un cabritillo. "Soy yo, vuestra mamá." "Enseña la patita por debajo de la puerta." El lobo metió su pata, ahora blanquita, por debajo de la puerta y todos los cabritillos dijeron: "¡Sí, sí! Es nuestra mamá, abrid la puerta." Entonces el lobo entró en la casa y se comió a seis de los cabritillos, menos a uno, el más pequeño, que se había escondido en la cajita del reloj.
El lobo con una barriga muy gorda salió de la casa hacia el río, bebió agua y se quedó dormido al lado del río. Mientras tanto mamá cabra llegó a casa. Al ver la puerta abierta entró muy nerviosa gritando: "¡Hijitos, dónde estáis! ¡ Hijitos, dónde estáis!". Una voz muy lejana decía: "¡Mamá, mamá!". "¿Dónde estás, hijo mío?". "Estoy aquí, en la cajita del reloj." La mamá cabra sacó al menor de sus hijos de la cajita del reloj, y el cabritillo le contó que el lobo había venido y se había comido a sus seis hermanitos. La mamá cabra le dijo a su hijito que cogiera hilo y una aguja, y juntos salieron a buscar al lobo. Le encontraron durmiendo profundamente. La mamá cabra abrió la barriga del lobo, sacó a sus hijitos, la llenó de piedras, luego la cosió y todos se fueron contentos. Al rato el lobo se despertó: "¡Oh¡ ¡Qué sed me ha dado comerme a estos cabritillos!". Se arrastró por la tierra para acercarse al río a beber agua, pero al intentar beber, cayó al río y se ahogó, pues no podía moverse, ya que su barriga estaba llena de muchas y pesadas piedras. Al legar a casa, la mamá regañó a los cabritillos diciéndoles que no debieron desobedecerla, pues mira lo que había pasado.

El Gallo Kirico
Érase una vez un gallo muy presumido que recibió una invitación para ir a la boda del tío Perico. Kirico se vistió muy elegante para ir a la boda, se atusó las plumas y se dio brillo al pico.
Cuando iba por el camino se encontró con un gusanito y pensó comérselo.
- Si pico y como el gusanito me mancho el pico. Y... si no pico me muero de hambre.
Después de pensarlo un rato se lo comió, y el pico mucho se lo ensució.
Siguió caminando y llegó a un prado de fresca hierba y dirigiéndose a ella le dijo:
- Hierba, límpiame el pico, que voy a la boda del tío Perico.
- Te lo limpiaré si me dices dónde está el gusanito, contestó la hierba.
-No se , no se , que te lo diga alguien mas listo que yo
- ¡Gusano, gusanito! ¿Dónde estás que hoy no te he visto?, gritóla yerba.
Y el gusanito contestaba:
-¡En la barriga del gallo Kirico que va a la boda del tío Perico!
- Pues por mentiroso, límpiate tú solo el pico, le despidió la hierba.
Cabizbajo siguió su camino el gallo, cuando se encontró con una oveja.
- Oveja, cómete a la hierba que no quiso limpiarme el pico para ir a la boda del tío Perico, le pidió el gallo.
- Me la comeré si me dices dónde está el gusanito, contestó la oveja.
-No se , no se , que te lo diga alguien mas listo que yo, dijo el gallo
- ¡Gusano, gusanito! ¿Dónde estás que hoy no te he visto?, grito la oveja.
- ¡En la barriga del gallo Kirico que va a la boda del tío Perico!, contestó el gusanito.
- Pues por mentiroso, límpiate tú solo el pico, le despidió la oveja.
Prosiguió su viaje y se encontró con el lobo que estaba escondido detrás de unos matorrales.
- Lobo, come a la oveja que no quiso comer la hierba, que no quiso limpiarme el pico para ir a la boda del tío Perico, le pidió el gallo.
- La comeré si me dices dónde está el gusanito, contestó el lobo.
-No se , no se , que te lo diga alguien mas listo que yo, dijo el gallo
- ¡Gusano, gusanito! ¿Dónde estás que hoy no te he visto?,grito el lobo.
- ¡En la barriga del gallo Kiriko que va a la boda del tío Perico!, contestó el gusanito.
- Pues por mentiroso, límpiate tú solo el pico.
Y dándose media vuelta le dijo adiós con el rabo.
El gallo Kirico siguió andando y se tropezó en un recodo del camino con un palo.
- Palo, pega al lobo que no quiso comer la oveja, que no quiso comer la hierba, que no quiso limpiarme el pico para ir a la boda del tío Perico.
- Le pegaré si me dices dónde está el gusanito, le contestó el palo.
-No se , no se , que te lo diga alguien mas listo que yo, dijo el gallo
- ¡Gusano, gusanito! ¿Dónde estás que hoy no te he visto?, gritó el palo.
- ¡En la barriga del gallo Kirico que va a la boda del tío Perico!, contestó el gusanito.
- Pues por mentiroso, límpiate tú solo el pico, le despidió el palo.
Muy apenado y con el pico manchado, el gallo Kirico caminó..., cuando a lo lejos divisó fuego. Se acercó y le pidió:
- Fuego, quema al palo que no quiso pegar al lobo, que no quiso comer la oveja, que no quiso comer la hierba, que no quiso limpiarme el pico para ir a la boda del tío Perico.
- Lo quemaré si me dices dónde está el gusanito, chispeó el fuego.
-No se , no se , que te lo diga alguien mas listo que yo, dijo el gallo
- ¡Gusano, gusanito! ¿Dónde estás que hoy no te he visto?,preguntó el fuego.
- ¡En la barriga del gallo Kirico que va a la boda del tío Perico!, repitió el gusanito.
- Pues por mentiroso, límpiate tú solo el pico.
Y el fuego siguió ardiendo con sus llamas de vivos colores.
Kirico se alejó moviendo su cresta. Iba pensando tristemente que la boda comenzaría sin él. De repente levantó su cabeza y escuchó. Oía un ruido. ¡Sí!, era el choque del agua contra la piedras. Corrió y se encontró con un río.
- Agua, apaga el fuego que no quiso quemar al palo, que no quiso pegar al lobo, que no quiso comer la oveja, que no quiso comer la hierba, que no quiso limpiarme el pico para ir a la boda del tío Perico.
- Lo apagaré si me dices dónde está el gusanito, contestó el agua con su voz cristalina.
-No se , no se , que te lo diga alguien mas listo que yo, dijo el gallo
- ¡Gusano, gusanito! ¿Dónde estás que hoy no te he visto?
- ¡En la barriga del gallo Kirico que va a la boda del tío Perico!, contestó el gusanito.
- Pues por mentiroso, límpiate tú solo el pico.
Y el agua siguió río abajo.
Con prisa cruzó el puente el gallo Kirico y desde allí pudo ver a una vaca que estaba pastando en el valle. Hacia allí dirigió sus pasos.
- Vaca, bebe el agua que no quiso apagar el fuego, que no quiso quemar al palo, que no quiso pegar al lobo, que no quiso comer la oveja, que no quiso comer la hierba, que no quiso limpiarme el pico para ir a la boda del tío Perico.
- La beberé si me dices dónde está el gusanito, mugió la vaca.
-No se , no se , que te lo diga alguien mas listo que yo, dijo el gallo
- ¡Gusano, gusanito! ¿Dónde estás que hoy no te he visto?.
- ¡En la barriga del gallo Kirico que va a la boda del tío Perico!, contestó el gusanito.
- Pues por mentiroso, límpiate tú solo el pico.
Y la vaca, dándole la espalda, siguió rumiando.
¡Qué desdichado era el gallo! Con su pico sucio no podría ir a la boda del tío Perico. Nadie le ayudaba, andando, andando llego a casa de tio Perico y al intentar pasar por la puerta le dieron para atrás pues no paracia un gallo que pudiera ir a la fiesta, todo despeinado y con el pico lleno de barro.
-Por la puerta de atrás . le gritaron-
Al llegar a la entrada de atrás una mujer gorda vestida de blanco, que era la cocinera agarró a nuestro gallo por el pescuezo y lo mató.
Todos en la boda dieron cuenta de un exquisito manjar, el gallo kirico fue comido en la boda del rio perico.
Pero ¿anda dime donde está gusanito? Gusanito está celebrando la boda del tio Perico, pues en la cocina cuando abrieron al gallo para guisarlo nuestro amigo el gusanito se dio cuenta que el gallo Kirico no lo había engañado y que estaba en la boda del tio Perico.
Y colorín colorado este kikiricuento se ha acabado.

jueves, 26 de abril de 2012

Reflexión Bloque II.


REFLEXIÓN BLOQUE 2.
En este bloque hemos profundizado más en los textos folclóricos. Estudiando qué son, sus características, los principales recopiladores de cuentos folclóricos: Pedro Cerrillo (poesía), Charles Perrault, Los Hermanos Grimm (Cuentos de Hadas), Hans Christian Andersen (La Vendedora de Fósforos, La Sirenita), Saturnino Calleja, el Padre Coloma…También hemos estudiado su uso en el aula, la selección y adaptación…
Los textos folclóricos no tienen autor, es decir, no tienen un único autor. Son cuentos que han sido recogidos por los pueblos de generación en generación durante los siglos. Por eso encontramos que un mismo relato tiene diferentes versiones ya que han sufrido infinitas modificaciones.

La mayoría de cuentos folclóricos ocurrieron en la realidad y son historias que se han ido transformando con el paso del tiempo. Como nos contó Irune, el cuento de Caperucita Roja puede haber ocurrido de verdad, aunque a nosotros ha llegado tras haber pasado por diversas modificaciones. Como la metáfora del lobo, refiriéndose a un chico “astuto”, capaz de engañar a una jovencita. Caperucita aparece representada hoy en día como una niña, pero, en realidad, fue una adolescente.

Los cuentos folclóricos son cuentos familiares, más bien que infantiles. Pero éstos se pueden adaptar al aula.

Tenemos que tener cuidado a la hora de adaptar los cuentos folclóricos a los niños y niñas de nuestra aula, tenemos que hacerlo según sus necesidades y características. Actualmente, en nuestra sociedad tan compleja, existen diferentes familias, separaciones de los padres, hijos adoptados, muerte de un familiar, una mascota…
Los niños se sienten identificados con los personajes de los cuentos, y adaptarlos es una forma muy importante, desde mi punto de vista, para trabajar con los niños las diferentes necesidades que se presentan.
En los cuentos folclóricos como en Caperucita Roja, el protagonista tiene que salir al exterior de su ámbito familiar para enfrentarse a la realidad (vida adulta) por algún motivo. En el camino se encuentran con una serie de trabas, problemas y pruebas que el protagonista tiene que enfrentarse para pasar a la vida adulta. Normalmente lo superan (adaptados) y forman un nuevo núcleo familiar. En el caso de Caperucita se la come el “lobo” (sin adaptar).
Por otro lado, también tengo que destacar a los personajes de los cuentos. Éstos pueden ser buenos o malos, aunque suelen ser los buenos los que ayudan al protagonista, también pueden ser los malos los que ayudan al protagonista a superar sus pruebas que le surjan en el camino. Esto es importante que los niños lo vayan comprendiendo poco a poco.

Creo en ni en el aula ni a los niños en sus casa se les cuentan demasiados cuentos folclóricos y, mucho menos, se preocupan por adaptarlos para sus diferentes necesidades. En el aula se deberían trabajar más cuentos típicos españoles como “Juan sin miedo”, “La ratita presumida”, “Los Siete Cabritillos”… Cuando realicé las prácticas del Ciclo Superior de Educación Infantil, en la Escuela Infantil no había ni un solo cuento folclórico, y menos contaban historias que hayan pasado de generación en generación, y mucho menos aún adaptarlos.

Como educadoras tenemos que reflexionar sobre la importancia que tiene la escuela en continuar y conservar estas historias, cuentos folclóricos. Además tenemos que tener en cuenta los diferentes usos y adaptaciones que se pueden realizar en este tipo de cuento en el aula.
Creo que la mejor forma es la transmisión oral directa, es decir, contárselo a los alumnos para que escuchen y ellos mismos puedan imaginarlo. Aunque si los niños son más pequeños se pueden emplear recursos visuales.
Tenemos que hacer que los niños disfruten con estas historias. Hablar con ellos sobre los personajes, los temas, los valores que se ponen de manifiesto en el relato. Mediante preguntas subjetivas, los niños reflexionarán. Se les debe presentar siempre como una actividad lúdica y no cometer los errores del pasado como cuando te mandaban lecturas con preguntas sobre detalles irrelevantes y no sobre lo que pensábamos nosotros, lo importante de la historia.
Mediante estas historias se pueden trabajar infinidad de aspectos importantes en la vida del niño. Creo que es importantísimo no perder ni olvidar estos cuentos que se han ido transmitiendo a lo largo de los tiempos. Recuerdo que mi abuelo me contaba la historia del “Gallo Kirico”, “El Cordero y el Lobo” (otra versión de los “Siete Cabritillos”) pero creo que son muy pocos los familiares que cuentan estas historias a los niños. La sociedad ha cambiado y los padres apenas tienen tiempo, muchos niños tampoco tienen la oportunidad de pasar mucho tiempo con sus abuelos, entre otros muchos factores.
En nuestro futuro como profesionales de la Educación Infantil, deberíamos preocuparnos por saber seleccionar correctamente un libro adecuado y acorde con la edad y necesidades de los niños. Después adaptarlos en caso necesario y trabajar en el aula infinidad de actividades. Por ejemplo, realizar Talleres de Cuentos de diferentes países, asiáticos, africanos. O que vayan abuelos un día a la semana a contarnos historias al aula para que todos los niños conozcan las historias de “toda la vida”. Se pueden hacer dibujos libres, representaciones con los niños, representaciones con marionetas de los educadores a ellos…

AcTiViDaD Bloque 2. Adaptación cuento.


Se trata de una versión libre del cuento titulado “Toda clase de pieles” de los Hermanos Grimm. Nosotros usaremos otra versión para realizar la adaptación.

Había una vez en un país muy lejano, un Rey que no encontraba esposa. Era un Rey muy serio, ya era mayor y siempre estaba enfadado. Los soldados de la Corte le decían que debía casarse para tener un heredero para el Reino. Al principio se negaba pero terminó accediendo. Preparó un baile en el Palacio convocando a todas las princesas del Reino. Era un Rey muy poderoso por lo que todas las Princesas iban al baile obligadas por sus padres para que intentaran casarse con él.
El Rey las miraba, bailaba con ellas, charlaba con ellas hasta que vio a la Princesa más guapa de todo el Reino. No había visto a una Princesa igual. Era rubia, con una larga melena y unos preciosos ojos azules. En cuanto la vio decidió que ella sería la Princesa con la que se casaría.
El Rey se acercó a ella y la dijo que ella había sido la elegida para casarse con él. La Princesa, muy asustada, para intentar retrasar la boda hasta encontrar una solución, le pidió, como regalo, que le hiciese una capa con todo tipo de hojas de los diferentes árboles del mundo. El Rey quería complacer en todo a la Princesa y ordenó a sus soldados a conseguir hojas de todos los árboles del mundo. Pasaron los años, pero el Rey lo consiguió. La Princesa no quería casarse con un hombre tan mayor. Ella buscaba a su príncipe. Por la noche, cuando toda la Corte estaba durmiendo, la Princesa cogió un vestido precioso y un anillo de diamantes africanos puros que le había regalado su madre, se puso su capa y huyó del Palacio.
La Princesa intentó irse lo más lejos posible del Palacio. Se introdujo en el Bosque y pasó varios días durmiendo en cortezas de árboles y bebiendo agua del río. Un día aparecieron dos soldados de la Corte del Príncipe que estaban vigilando la zona y se encontraron con la joven. Les dio mucha pena porque estaba sucia y no había comido en muchos días. Los soldados se la llevaron al Palacio para que trabajara ayudando al cocinero pero la Princesa nunca les dijo su identidad por lo que empezaron a llamarla “Todo Tipo de Hojas”.
Con el paso del tiempo, el Príncipe organizó una fiesta en Palacio para encontrar esposa. Durante la fiesta, “Todo tipo de hojas” le pidió al cocinero que si podía asomarse detrás de las cortinas para ver los vestidos de las princesas. “Todo tipo de hojas” se puso el precioso vestido de su madre y el anillo y apareció en el baile. El Príncipe cuando la vio quedó hechizado por la joven. Bailaron juntos un largo rato pero ella no le dijo quién era realmente. Todo tipo de hojas estaba muy nerviosa porque tenía que marcharse a la cocina y ya llegaba tarde. “Todo tipo de hojas” salió corriendo. En los pasillos se manchó la cara y las manos, se despeinó, se puso su capa de todo tipo de hojas y entró a la cocina. El cocinero como la quería tanto la perdonó.
Al terminar la fiesta el Príncipe se fue a sus aposentos muy cansado y ordenó que le llevaran un caldito caliente. El cocinero tenía mucho trabajo y envió a Todo tipo de hojas a llevárselo.
Todo tipo de hojas llamó a la puerta y entró. El Príncipe la observó y vio que en su dedo tenía el mismo anillo de diamantes africanos puros que aquella joven con la que había bailado en la fiesta y que le había enamorado. Con las prisas, Todo tipo de hojas había olvidado quitárselo. El Príncipe se acercó a ella y tiró de su capa quedando al descubierto la belleza de la joven.  El Príncipe le dijo que le daba igual quién fuera pero que quería saber su vida y casarse con ella. Todo tipo de hojas le explicó que era una Princesa del país vecino y que tuvo que huir porque se tenía que casar con el Rey y ella no estaba enamorada.
El Príncipe, al escuchar la historia, se enamoró mucho más aún de la Princesa. Se casaron y fueron muy felices.
Y colorín, colorado esta historia se ha acabado.
Argumentación de los cambios llevados a cabo en la adaptación.
Personajes, ambientes y obsequios:
Respecto a los personajes he omitido a la Reina y a la Princesa, la hija de los reyes.
La historia transcurre, en primer lugar en el Palacio del Rey, luego en el Bosque, y por último, en el Reino vecino, en el Palacio del Príncipe.
En el cuento destaca el regalo que le hace el Rey a la Princesa, una capa de todo tipo de hojas.

Modificaciones:
He modificado la primera parte en los personajes de la Reina y de la Princesa, la hija de los reyes sobretodo porque no se puede tratar el tema del incesto con estas edades a las que está creado el cuento. 
En cuanto a los regalos que el Rey le hace a la Princesa, sólo he dejado la capa de todo tipo de pieles, que en mi cuento lo he adaptado a “Todo tipo de hojas”. He omitido la parte de los regalos de los vestidos para acortar el cuento.
La parte final también la he acortado un poco, habiendo solamente una noche en la que todo tipo de hojas le lleva el caldito caliente, en vez de tres.

3º Se mantiene de la estructura original:
Se mantiene el personaje del Rey que tiene que buscar esposa. El Palacio, el regalo de la capa, la huída de la princesa, los días que pasa en el Bosque y la encuentran dos soldados del Príncipe, el trabajo de la Todo tipo de hojas como ayudante del cocinero, existe una fiesta para que el Príncipe encuentre esposa. El Príncipe se enamora de la Princesa, existencia de un anillo, y el desenlace final que la princesa y el príncipe se casan y son felices.

BLOQUE II. TEXTOS FOLCLÓRICOS. SELECCIÓN Y ADAPTACIÓN


I.Definición:
El folclore  es la expresión de la cultura de un pueblo: artesanía, bailes, chistes, costumbres, cuentos, historia oral, leyendas, música, proverbios, supersticiones y demás, común a una población concreta, incluyendo las tradiciones de dicha cultura, subcultura o grupo social. También recibe este nombre el estudio de estas materias.
Los textos folclóricos  son de transmisión oral, populares y se van transmitiendo de generación en generación (de forma vertical). Algunos de ellos han llegado a la actualidad.
Son textos que no tienen autor, ya que van cambiando a lo largo del tiempo y pasan por muchas manos.
Existen manifestaciones folclóricas en los tres géneros literarios. Por el hecho de ser textos de transmisión oral nunca han sido estudiados.
Vladimir Propp, considerado como el precursor de los estudios del folclore, era un antropólogo literario ruso que realizó un profundo análisis sobre los textos folclóricos y realizó una importante tesis doctoral sobre el folclore.
 Realizó una recopilación de los cuentos de las gentes de los pueblos, y realizó una clasificación en cuatro grupos:
Historias mitológicas: cuentan hazañas de héroes y dioses.
Cuentos de animales: Todos los personajes eran animales.
Cuentos de formula: Propp incluyó gran número de distintos cuentos.
Cuentos de hadas o maravillosos: Cuentos en los que aparecen personajes mágicos, que o bien ayudan a alguien o se ponen en su contra.
*Destacar la “Morfología de los Cuentos de Hadas”.
Fue la primera clasificación en estos tipos de cuentos.

Gianni Rodari es un pedagogo italiano del s. XX. Se encarga de ir a los centros de infantil y primaria para promover y  favorecer la fantasía de los niños. Creía que una forma de favorecer la creatividad era contando cuentos. La clasificación que realizó de los cuentos folclóricos fue la siguiente:
Cuentos de animales: Los protagonistas son animales. Estos personajes pueden ser animales salvajes, domésticos, relaciones entre el hombre y el animal y relaciones entre animales salvajes y domésticos.
Cuentos mágicos: son similares a los de Propp, con la excepción que Rodari incluye los mitos, temas sobrenaturales y cosas mágicas.
  
Cuentos de bromas y anécdotas: son como chistes alargados.

Destacar también a Sara Cone Bryant. Fue la primera cuentacuentos. Clasificó los cuentos según las edades de los niños a los que irían dirigidos.  
 De 3 a 5 años: historias rimadas, historias con fragmentos versificados, historias de animales personificados, cuentos burlescos y cuentos de hadas. 
 De 5 a 7 años: folclore (leyendas locales), cuentos de hadas y cuentos burlescos, fábulas, leyendas y narraciones de historia natural. 
 Niños mayores de 7 años: folclore, fábulas, mitos y alegorías, parábolas de la naturaleza, narraciones históricas, historias reales y narraciones humorísticas. 
Libros: Cómo contar historias a los niños, Historias que contar a los más pequeños, Epaminondas y su tía, Soy un americano.
II.Características:
-          Pasan de boca en boca, transmisión oral.
-          Pasan de generación en generación (transmisión vertical).
-          Pertenecen a los tres géneros.
-          Aparentemente son sencillos pero también son simbólicos.
-          Existen multitud de versiones de estas historias.
-          Pueden ser paraliterarios, como las fábulas.
-          Parten de la realidad cultural de una zona.
-          Son fantásticos.
-          No se contaban con una intencionalidad moral, generalmente.
-          Son deseos, sueños, miedos de la gente de los pueblos.
III.GÉNEROS LITERARIOS FOLCLÓRICOS
TEATRO FOLCLÓRICO
Existen pocos textos folclóricos de teatro.
Por ejemplo, “Los Títeres de Cachiporra”, es el personaje protagonista que pierde algo por culpa de un personaje malo e interactúa con el público.
POESÍA FOLCLÓRICA
Pedro Cerrillo es catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha. Profundizó en el estudio del folclore infantil. Clasifica textos folclóricos en versos españoles.
Divide la poesía folclórica infantil en función de la utilidad y del contexto en el que se va a utilizar el texto: Nana o canciones de cuna, juegos mímicos, adivinanzas, oraciones, burlas, trabalenguas, formulas para echar a suertes.
    Algunos de sus libros más importantes son: Adivinanzas populares españolas, A la rueda, rueda, Versos para Jugar...Ay Actuar!, entre otros muchos.
PROSA. EL CUENTO FOLCLÓRICO.
La prosa es el cuento folclórico (anteriormente he hablado de ello en las clasificaciones según algunos autores). Destacar que es el género más utilizado en el folclore. El cuento es entendido como un relato breve. Son:
-Fábulas: se caracterizan por tener una moraleja, los animales representan vicios y virtudes de los seres humanos, es decir, son alegorías.
-Mitos: Narración fabulosa e imaginaria que intenta dar una explicación no racional a la realidad.
-Leyendas: Es una narración tradicional que incluye elementos ficticios, a menudo sobrenaturales, y se transmiten de generación en generación (wikipedia). En su proceso de transmisión a través de la tradición oral, las leyendas experimentan a menudo supresiones, añadidos o modificaciones, siguiendo así todo un abanico de variantes. Los Hermanos Grimm definen la leyenda como un relato folclórico con bases históricas.
Una definición profesional moderna ha sido propuesta por el folclorista Timothy R. Tangherlini en 1990: "Típicamente, la leyenda es una narración tradicional corta de un solo episodio, altamente ecotipificada, realizada de modo conversacional, que refleja una representación psicológica simbólica de la creencia popular y de las experiencias colectivas y que sirve de reafirmación de los valores comúnmente aceptados por el grupo a cuya tradición pertenece".
-Cuentos de animales: no tienen moraleja y representan roles humanos. Es decir, son arquetipos.
La Simbología de los Cuentos:
El psiquiatra infantil y escritor Bruno Bettelhein trabajaba a partir de los cuentos de los niños. Autor del libro “Psicoanálisis de los Cuentos de Hadas”. En él analizó la parte simbólica de los cuentos folclóricos.
Los cuentos están llenos de enseñanzas, metáforas, símbolos y los utilizaba de manera funcional. Existen diferentes versiones en los cuentos (La Bella Durmiente, Los tres cerditos, Caperucita Roja…). Estudió estos cuentos mediante la psicología.

IV Grandes Recopiladores de cuentos.

S. XVIII. Charles Perrault, fue un escrito francés que se intereso sobre todo por el folclore celta. Recogió y adapto cuentos con una intención moralizante, lo que convierte su obra en paraliteratura. Sus obras estaban dirigidas a la corte, no a los niños. Añadió en todos sus cuentos una moraleja.
Los cuentos parten de un núcleo familiar protegido (adolescente), y el protagonista tiene que salir afuera, a la realidad, por algún motivo (en el caso de Caperucita, sale al bosque a llevarle la comida a su abuelita). Se ve obligado a salir de ese núcleo y adentrarse en la vida de los adultos. Cuando sale se encuentra con problemas propios de la edad adulta que el protagonista tiene que entender para conseguir realizar él mismo su propio núcleo familiar. El mundo está lleno de iniciaciones a la vida adulta. Para Perrault, el caso de Caperucita no llega al final para conseguir ese nuevo núcleo familiar porque el “lobo” se la come en el bosque.
El lobo representa el personaje malo, astuto que la pone a prueba y consigue engañarla. En los cuentos siempre son necesarios los personajes malos.

En este siglo también destaca Jeanne-Marie Leprince de Beaumont (Madame Leprince de Beaumont), importante recopiladora, escritora y profesora francesa. Una de sus obras más conocidas es "La bella y la Bestia", que surge como adaptación de una historia anterior llamada "lobo blanco".

1ª mitad S. XIX. Los Hermanos Grimm (Alemania) eran filólogos que recogían cuentos con carácter conservacionista para conservar la riqueza popular alemana.
Ellos hacían versiones. Intentaban mantener el relato tal y como se lo habían contado. Simplemente se limitaron a recoger las historias y redactarlas. Muchos de estos relatos fueron recopilados en una de sus obras más importantes "Cuentos para la infancia y el hogar".
No  tenían intención moralizadora. Los padres, al leer el título, pensaron que eran para niños pero cuando lo leyeron pensaron que no eran cuentos para niños (aunque la primera y segunda edición se agotó). Los Hermanos Grimm realizaron una adaptación para más niños que adolescentes. A partir de la 3ª edición adaptaron algunas versiones (apareció el leñador en caperucita por ejemplo) y censuraron muchos partes. A pesar de las censuras fueron fieles a los cuentos en Alemania.
2ª mitad S. XIX. Hans Christian Andersen escritor danés. Tiene dos tipos de relatos ambientados a la época y son muy parecidos a Charles Dickens: por un lado, historias de la calle para remover a la sociedad (La Cerillera, La Vendedora de Fósforos, El Patito Feo) y otros, de tradición oral, los adaptaba a su propio gusto (La Reina de las Nieves, La Sirenita, El Soldadito de Plomo).
Charles Dickens se dedicó a lo largo de su vida a contar historias a los niños de la calle.
Destacar también a otros autores españoles muy importantes como:
Saturnino Calleja. Editor, pedagogo y escritor español, fundador de la Editorial Calleja. Enseñó a leer a muchas generaciones de niños hispanos con sus atractivos libros de texto y les acostumbró luego a leer con sus baratísimos cuentos profusamente ilustrados, lo que fue entonces una novedad revolucionaria (destinados a las clases medias). Fue también el líder indiscutible de los entonces menospreciados maestros. Eran textos literarios y de tradición oral.
Padre Coloma. Escritor, periodista y jesuita español. Autor de literatura infantil y juvenil. Creador del “Ratoncito Pérez”.
V. Uso de los cuentos folclóricos. Selección y adaptación.S. XX.
En esta época se realizaron multitud de adaptaciones y versiones
Selección de un cuento:
Para saber si elegimos un buen libro tenemos que tener en cuenta: debe de constar de un prólogo que explique la evolución del libro, es decir, de cómo se ha llevado a cabo, las secuencias, las modificaciones de los personajes. En resumen de “como” y  del “por qué”. Además, debe de figurar los criterios que se han utilizado y presentar una introducción y una traducción. Mirar en los créditos que aparezca el traductor, si el escritor no es español y si ya desde el principio pone quién es el adaptador. Y es mucho mejor si hay expertos en traducir a ciertos autores.
Adaptación de un cuento:

Los textos pueden adaptarse, tanto textos de adolescentes a niños, historias de niños a adolescentes o para adultos.
Lo importante en la adaptación de un texto es que se haga en función del receptor o receptores y siempre teniendo en cuenta los gustos, intereses y momentos evolutivos de los receptores.


WEBGRAFÍA: